Los datos apuntan a un acercamiento del islam al cristianismo en cuanto a cifras. También señalan el desplazamiento de la mayoría de la población creyente del norte al sur global.
El ecuador del presente siglo es una fecha señalada por muchas y relevantes cuestiones, especialmente considerada un límite en cuanto al abordaje de la emergencia climática. Sin embargo, también lo es en lo relativo a lo religioso. ¿Cuál será el panorama de la religiosidad global en 2050?
Pew Research, en colaboración con la fundación John Templeton, presentó a finales de 2022 un informe sobre las perspectivas de la religiosidad en el mundo hasta 2050, a partir de datos actuales y presentando unas estimaciones sobre su evolución. Para ello, la entidad realizó unas 200.000 encuestas en 95 países diferentes y 130 idiomas.
La publicación muestra estadísticas sobre la progresión del hecho religioso en occidente, donde sale especialmente mal parado, y las previsiones de crecimiento del islam y del sur global en materia de protagonismo religioso. También expone valores por países en concreto y por aspectos clave, como el nivel de renta per cápita o de felicidad y satisfacción personales.
El islam, cerca del cristianismo en números
Que el islam va a ser la religión que experimente un mayor crecimiento en número de fieles, no es algo nuevo. Le acompaña también la evolución demográfica, marcada por la baja natalidad en occidente. Sin embargo, el informe de Pew Research muestra un acercamiento sustancial al cristianismo, la religión mayoritaria en general en el planeta.
Para 2050, se prevé que el cristianismo se mantenga, representando al 31,4% de la población mundial. En el caso del islam, se prevé un crecimiento de más de seis puntos, pasando de 23,2% en 2010 a un 29,7% a mediados de siglo. “Cristianos y musulmanes constituirán partes casi iguales de la población mundial”, dicen desde el centro Pew Research.
Ningún otro grupo religioso en el mundo genera semejantes expectativas. Más bien, se espera que tanto budistas (7,1% → 5,2%), como hindúes (15% → 14,9%) y seguidores de religiones folclóricas (5,9% → 4,8%) pierdan en cantidad para el 2050.
Ateos, agnósticos y quienes no se identifican con ninguna religión también serán menos, pasando de un 16,4% en 2010 a un 13,2% para mediados de siglo. Un desarrollo marcado sobre todo por la baja natalidad en occidente.
No obstante, la variación puede ser susceptible de cambios en el caso de países en concreto. Desde Pew Research mencionan el ejemplo de Estados Unidos, donde se espera que en 2050 solo el 63% de la población se considere cristiana (en comparación con el 78% de 2010), mientras que quienes se identifican como “no religiosos” crezcan hasta el 29% (desde el 16% de hace diez años).
Cambio de hemisferio global
Según los datos recabados por Pew Research debemos esperar la consolidación de un cambio de hemisferio global en cuanto a mayorías religiosas se trata: el sur del planeta será más religioso que el norte. “El África subsahariana es la región con el crecimiento demográfico más rápido. Sus elevadas tasas de natalidad contribuyen en gran medida al aumento de la población cristiana y musulmana en el mundo”, explican.
De hecho, publican una tabla con las expectativas de variación por religión de cada país hasta 2050. Al final, se trata de proyecciones de las tendencias actuales. Y es que, en Etiopía la religión es importante para el 98% de la población en la actualidad, en Reino Unido o Suecia solo lo es para el 10%. La conclusión a la que llegan desde Pew Research es que la gente en América del Norte, Europa y Australia es menos religiosa. Por ejemplo, en España se registra un 65% de los encuestados que aseguran que la religión es ahora menos importante que hace 20 años en el país.
La diferencia también la vinculan a las economías establecidas y a las de rápido crecimiento. Mientras que las primeras, donde el PIB per cápita suele ser superior (por ejemplo, Países Bajos, Francia, Canadá o Estados Unidos), se registran niveles más bajos de religiosidad en la población, en las otras se mantienen cifras elevadas (como en Kenia, Nigeria, Indonesia e India).
La religiosidad crecerá en regiones con altos índices de persecución
El cambio de hemisferio provocará un fenómeno paradójico, en cierto sentido. Las mayorías religiosas se establecerán en regiones donde se registran los niveles más altos de intolerancia y violación del derecho a la libertad religiosa y de creencia. Es el caso del continente africano, especialmente en su región subsahariana y del sudeste asiático.
La previsión que se puede extraer según los datos del centro Pew Research no es buena. En la actualidad, dicen, el número de países con niveles “altos” o “muy altos” de restricciones gubernamentales al hecho religioso permanece en su valor máximo desde 2007, cuando se registro una afectación del 40% de la población mundial concentrada en 40 países. Ahora, en cambio, se alcanza al 29% de la demografía global y un total de 57 países.
Una realidad que choca con el vínculo entre la práctica religiosa y la felicidad personal, categoría en la que Pew Research también incluye datos de países que, por ejemplo, aparecen en la Lista Mundial de Persecución de Puertas Abiertas. Según los datos, México es el país en el que más se considera este vínculo, con un 71% de los entrevistados que se declaran religiosos y que aseguran sentirse “muy felices”. También aparecen Colombia (58%), Kazajistán (37%) o Bielorrusia (13%). En España se registra un 18%.